7/01/2012

“Einstein y el Dodo” o “Una mente traumatizada”




Actores
Ricardo Joven

 
Autor
Ricardo Joven

 
Escenografía
Tomas Ruata

 
Construcción Dodo
Tomas Ruata y Lola Ontañon

 
Vestuario
Beatriz Fernández Barahona

 
Caracterización
Virginia Maza

 
Iluminación
Bucho Cariñena

 
Dirección
Carlos Martin

 
Producción
María López Insausti

 
Compañía
Teatro del temple

 
Argumento

 
En una apartamento de Nueva York, Albert Einstein esta auto recluido. Tras conocer las muertes que produjo el lanzamiento de las bombas atómicas, a cuya creación contribuyo, está profundamente traumatizado. Así intenta reiniciar una relación, con una hija a la que nunca vio. Para ello empieza a grabar sus reflexiones personales, pero termina derivando hacia la historia y extinción de los pájaros Dodos. Unas reflexiones que se ajustan mucho a los humanos.

 
Personajes principales


Albert Einstein: Físico alemán judío, demostró su brillantez de joven, aunque tuvo serios problemas con la disciplina militar de las academias. Sin embargo, consiguió entrar en varias academias. Renuncio a su nacionalidad alemana, y posteriormente adopto la suiza. Interesándose también por los movimientos filosóficos y socialistas, se caso con una compañera de clase llamada Mileva Maric, pese a la oposición de su familia, con la que tuvo una hija llamada Lisbert, que nunca vivió con ellos. Einstein realizo grandes trabajos (entre ellos, la famosa teoría de la relatividad), y tuvo 2 hijos más con Milena, que si vivieron con ellos. Tras 16 años de matrimonio, acabaron divorciándose y 2 meses después, Einstein se caso con Elsa, una prima suya. Ante el ascenso del nazismo, se mudo a Estados Unidos, adquiriendo también esta nacionalidad. En 1939, escribe una carta al presidente Roosevelt, alentándole a promover el Proyecto Atómico, antes de que los nazis lo pudieran lograr y con ello, destruir el mundo. Sin embargo, los resultados de las bombas atómicas, lo dejan completamente hundido.


Valoración

 
Esta obra es bastante especial. Una especie de monologo, en la que el actor aparenta hablar con otras personas, o dejando mensajes para su hija. Partiendo del supuesto de que la culpa torturara a Einstein, hasta traumatizarlo, vemos a un hombre que intenta una especie de redención, intentando grabar algo interesante para una hija a la que nunca ha visto. Según va hablando, nos vamos enterando de los detalles de su vida, y de los motivos de su sentimiento de culpa. Una culpa que muestra reaccionando de formas extrañas ante los discursos radiofónicos, o llamadas de teléfono. Hasta llegar a contar y desvariar sobre los pájaros Dodo, pareciendo ir perdiendo la cordura progresivamente. Hay que mencionar los discursos y titulares de prensa americana radiados. Ignoro si realmente se dijeron esas cosas, pero tanto si hubiera sido así como si no, si que parece algo que podría decirse hoy en día. Algo sumamente obsceno y reprobable.

 

Obligado es hablar de Ricardo Joven. Su interpretación ralla lo sublime, no solo en las partes más "tranquilas" de la obra, sino que deslumbra en las partes más dramáticas de la obra, donde Einstein aparece más traumatizado. La magnífica voz que pone, su lenguaje corporal mas el maquillaje, te hacen pensar que estas delante del verdadero Albert Einstein reencarnado. Te atrapa durante toda la obra.

El decorado en una mezcla de sencillez y detalle: Varias pizarras (utilizadas al máximo), un escritorio, una grabadora de cinta, una radio antigua, un escritorio…; todas piezas antiguas, que ayudan a situar la época. Se usan grabaciones para la radio y efectos sonoros, que se integran naturalmente en la función. Además de un muy buen uso de la iluminación, que cambia según el estado de ánimo del protagonista.


En conclusión, una obra muy buena, en la que primero ves a un hombre torturado, luego te hace reflexionar sobre la naturaleza humana, y tiene un giro final, que te lleva a pensar que la humanidad está en un círculo destructivo, difícil de romper. No es una obra "para todos los públicos", pero muy recomendable para todo el mundo.

1 comentario:

Neovallense dijo...

De acuerdo con usted, me gustó mucho, y ciertamente te atrapa la actuación de Ricardo Joven.

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